Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-
Vida Cisterciense
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«Vida mística de la sierva de Dios»
MARÍA ANGÉLICA ÁLVAREZ ICAZA
Libro escrito por el P. Pedro Fdez. Este fraile Dominico, tan querido y conocido por la comunidad, está trabajando en la causa de canonización de la protagonista del libro: Una mujer que nació a finales del siglo XIX y murió en la segunda mitad del siglo XX (1977).
Monja salesa de la Visitación, de nacionalidad mejicana. Su vida transcurrió en varios conventos de la Visitación, de Méjico y España.
No voy a transcribir datos bibliográficos, cuanto a presentar algunas notas de su vida "contemplativa".
- LA PRIMERA PARTE DEL LIBRO es una introducción para conocer esta VIDA COTEMPLACIÓN:
La divina contemplación no solamente es deseable, sino que debemos disponer nuestro espíritu y nuestra vida para que lleguemos con la ayuda de Dios a ella mediante la práctica fiel de las virtudes y la dedicación asidua a la oración, según las posibilidades de nuestro estado.
El P. Pedro habla sin ambages de la excelencia de la vida CONTEMPLATIVA: « Es mejor dedicarnos a amar a Dios, que dedicarnos a trabajar por Dios»; « la vida contemplativa de las monjas es más perfecta que la vida activa de los que trabajan por el reinado de Dios.»
La vida activa es fruto de la vida contemplativa… La verdadera vida activa « procede de la plenitud de la vida contemplativa, como la doctrina y la predicación».
(todas estas son citas del Libro en cuestión)
- UNA SEGUNDA PARTE DEL LIBRO explica EN QUÉ CONSISTIÓ LA GRACIA MÍSTICA DE “LA ACCIÓN”- así llamada por M. Mª Angélica- que el Señor le hizo en octubre de 1916.
A partir de ese momento su vida se transformó hasta llegar por el matrimonio espiritual, a la identificación ontológica con el Amado, concretamente en sus rasgos sacerdotales.
Una Gracia remarcable por lo inusual en la historia de los místicos. Entraña dificultad su comprensión, con el peligro de malos entendidos se utilice para crear falsas apoyaturas en favor del controvertido sacerdocio de la mujer.
La Sierva de Dios, gracias a “la acción” se sintió más atraída a participar con devoción en la Santa Misa y era una costumbre suya pasar muchas horas ante el Santísimo Sacramento.
Su alma quedó embellecida por su unión con la santa Humanidad de Cristo.
Esta gracia tan particular con la que Nuestro Señor «la ungió», guarda una estrecha relación con la misión sacerdotal, recibida por todos los cristianos por la consagración bautismal.
En M. Mª Angélica desarrolló con gran plenitud:
- Una misión de víctima que la introduce en la vivencia del dolor y sobre todo una maravillosa fecundidad, fruto del mismo dolor, asociándose al sacrificio que salva al mundo.
- Ella padecía la «acción», advirtiendo y consintiendo a lo que Jesús realizaba en ella; entramos en el mundo no del hacer, sino del padecer la acción divina.
Hasta donde he llegado a calar el contenido del libro, me ha parecido una experiencia ¡bellísima!, muy deseable y afortunadamente abierta a todos los creyentes.
Que el Señor disponga nuestros corazones por favorecernos con este Don, si fuera Su voluntad. Amén.
M. Mª Angélica, ruega por nosotros.
M. Mª del Rocío del Espíritu Santo
« Buscando a Dios, lectura compartida por sor Antonia Pentecostés, la fiesta del Espíritu de Dios, guardián de la humanidad »
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