Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-
Vida Cisterciense
Una hermana guía la visita
Fin de semana y festivos de 11:00h a 13:00h y de 16:15h a 17:45hEntre semana acompañamos grupos
con cita previa llamando al 947189001
Contempla el misterio de la Cruz a la Luz de la Palabra
Vivimos un tiempo litúrgico de extrema importancia para los cristianos.
Lejos de ser un encierro en un tiempo sombrío y mortecino, nuestra comunidad lo vive con la seguridad del atleta que- encabezando la prueba- adelanta su pecho para cruzar la línea de llegada.
Unas y otras hermanas traemos a colación diferentes aspectos que fructifican de nuestra experiencia de lectio divina.
A partir del Nuevo Testamento- Tiempo de combate, apostilla una hermana. Mira a Jesús- el Ungido de Dios- adentrarse en el desierto, dispuesto a batirse contra todo aquello que distancia al hombre del Padre e invitándonos a seguirle…Si os fijáis, regresó a los suyos para anunciar el comienzo del Reino de Dios (Mc 1,15) ¡Venció!
Contando con la Regla de San Benito como maestra de vida- Otra hermana aprovecha este receso cuaresmal para hacer más incisiva su promesa monástica de «conversatio morum». Si para la monja, dice San Benito, todo tiempo es propicio para la conversión, cuánto más ahora que la oración litúrgica, la distribución del tiempo y de las tareas se ponen al servicio de esta causa. (RB cap. 49,1- Aunque de suyo la vida del monje debería ser en todo tiempo una observancia cuaresmal, no obstante, ya que son pocos los que tienen esa virtud, recomendamos que durante los días de cuaresma todos juntos lleven una vida íntegra en toda pureza y que en estos días santos borren las negligencias del resto del año)¿Cómo te sitúas en la línea de salida? ¿Te reconoces necesitada? ¿Vas a dejar que Dios te ayude? Quizás piensas que no hace falta exagerar, porque eres tan solo la tuerta en el país de los ciegos. Puedes reconocerte enferma de esa común ceguera y salmodiar invocando la ‘salud’, en otras palabras la Salvación: «Miserciordia, Dios mío, por tu bondad…» (Sal 50)
En el contexto que nos ofrece el Antiguo Testamento, la lectura y contemplación del relato del Éxodo, nos narra la salida de Egipto y la llegada a las faldas del Sinaí. Todo el relato está plagado de hechos portentosos con los que Dios ratificó su fidelidad a los Patriarcas y -en ellos- a todos sus descendientes. Lo que se nos narra es el cumplimiento de la promesa de ser librados de la servidumbre de Egipto. Encontramos sendas citas en el libro de la Génesis anunciando la promesa: Yahveh dijo a Abram: «Has de saber que tus descendientes serán forasteros en tierra extraña. Los esclavizarán y oprimirán durante cuatrocientos años. Pero yo a mi vez juzgaré a la nación que sirvan; y luego saldrán con gran hacienda» (Gn 15,13-14)
Y dijo Dios a Israel en visión nocturna: « ¡Jacob, Jacob!- » « Heme aquí», respondió- « Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí te haré una gran nación. Y bajaré contigo a Egipto y yo mismo te subiré también» (Gn 46, 2-4)
Este Éxodo, que significa ‘camino de salida’, cita muchas expresiones del tipo «salir de» «un paso por…para entrar en…» que nos indican la ‘categoría abierta’ propia de nuestra vida. Es una manera de invitarnos a vivir esta experiencia de ‘huida’ de todo lo que nos esclaviza.
Para el hebreo, lo que aconteció se convirtió en artículo de su credo.
También para nosotros cristianos, descendientes de los Patriarcas, el paso del Mar Rojo, la entrega del maná, el don de su Palabra y la promesa de un lugar que tiene preparado para nosotros forman parte de nuestra historia de salvación.
La Sagrada Escritura, a la luz de Cristo, nos revela que será Él quien nos ayudará a dar el paso de la Cuaresma a la Pascua. Lo vamos haciendo vida contemplándole en sus diferentes rostros: la Palabra, los Sacramentos, las hermanas, los acontecimientos…
Como broche de diamante, nosotras mismas lo protagonizaremos sirviéndonos de los signos de la Luz, el Agua, el Pan de Vida y el Vino Nuevo en la solemne Vigilia Pascual.
Contáis con nuestra comunión en la oración para vivir este Paso y alcanzar el gozo de la Pascua.
Nos despedimos con una Presentación con imágenes y datos históricos que pueden ayudarnos a contemporizar con lo que nuestros ancestros vivieron.
¡Santa Cuaresma!
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Descárgate esta Presentación, que es parte de "tu historia".
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Santa María la Real