Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-
Vida Cisterciense
Una hermana guía tu visita a nuestro Claustro, Capilla e Iglesia
Fin de semana y festivos de 10:45h-18:00h
Entre semana acompañamos grupos
con cita previa llamando al 947189001
En el claustro el día del Corpus- 6 de junio de 2021
LA VIDA ES LA VIDA, ¡VÍVELA!
(Madre Teresa de Calcuta)
Compartimos algo de la vida de nuestra comunidad.
Imaginaos:
« ¡Arduo tarea, si pretendiéramos competir con las miles de ofertas que os ofrece el "el mundo"!».
Nuestra aportación trata de aproximaros a esta realidad eclesial, mucho más cercana a vosotros de lo que os imagináis:
Nuestro principal cometido es ORAR POR VOSOTROS.
Por casa, cada una ha escrito unas pocas líneas, para compartiros el “Ordinario” de nuestra jornada.
Empezamos por relataros lo ‘Extraordinario’:
El acontecimiento diocesano en el que estamos inmersas: «LAS EDADES DEL HOMBRE».
Acogimos como un don nuestra incorporación a dicho evento, al ser integrado nuestro Monasterio en la «Ruta del silencio». Ello es motivo de que muchas personas prolonguen su paso por Lerma, para acercarse a conocer algo del patrimonio artístico y espiritual que poseemos. Acometemos con interés la planificación del tema: con reajuste de horarios de apertura, hermanas que hagan el servicio de guías, complementándolo con los servicios de Nuestra Tienda, y un sinfín de pequeñitos detalles, que hacen que durante unos meses nos impliquemos y hagamos nuestra esta oportunidad de ser canales del buen olor de Cristo.
A la cabeza de las acompañantes de nuestros visitantes está Madre Aránzazu que os cuenta cómo está siendo su experiencia:
M.ARÁNZAZU- guía cultural-
En todas las personas que van pasando por el claustro y la Iglesia he visto muchísima atención a lo que yo, pobre de mí, les explico del claustro. Pero percibo que ellos casi se fijan más en mi sonrisa, acogida y mi simplicidad. Se van muy contentos, sobre todo cuando llegamos a la parte del claustro donde están, tan bonitos, el ciervo y el águila. Allí les canto: «Como el ciervo busca las aguas vivas, así mi alma te busca a ti, Dios mío», me dicen que es una hermosura. M. Aránzazu
Gabriel Porras, cuando se marchaba, me dijo: «Gracias, Aránzazu, por su alegre acogida; siga siempre así. Volveré».
Todos los que pasan por el claustro y la Iglesia me dicen que les gustaría hospedarse para orar con nosotras y me piden que siga sonriendo a los que pasan por este Monasterio. También me dicen que se llevan la impresión de que aquí se ama a Dios.
Casi todos me dicen parecido; unos se sacan fotos conmigo, porque dicen que no quieren olvidarse del rato feliz que han pasado, y se palpa algo sobrenatural.
Esto dicho sobre la colaboración con nuestra Iglesia local, es lo más excepcional que vivimos en estos días.
Pero como expresamos al principio: ¡Vamos al Ordinario!...
Lo que sigue en este compartir es el día a día comunitario,…
HNA. FLOR- haciéndose a nuestras “tierras”-Me llamo Florette, vengo de Madagascar de una ciudad que se llama Brickaville. En mi etapa de postulantado me experimento cada vez más metida en la ‘terna’ de nuestra vida: La oración, el estudio y el trabajo.
En la huerta plantamos verduras y este año, nosotras dos: Anatholie y yo, que venimos de Madagascar, hemos sembrado maíz “a nuestra manera”.
Antes de sembrarlo, invocamos a San Isidro, que es el patrón del campo, echamos abono, lo regamos y… gracias a Dios, escuchó nuestra oración, porque ¡el maíz está brotando! Sembramos el maíz en fila y lo regamos con frecuencia, ya que tenemos un depósito de agua. Además ahora, en verano, hace mucho calor. Si la cosecha sale bien sembraremos más el año próximo... si Dios quiere. Orad por mí, Florette
HNA. MªTERESA- ‘fisio’ para la comunidad-
Bueno, para empezar les puedo comentar que yo no oso, y menos para publicar, hablar de mis actividades, de lo que hacía y lo que hago.Yo trabajaba como asistente de fisioterapeuta. Aun así, lo que a mí me gusta es asistir a las personas mayores, pues son muy pocas las personas a las que les gusta trabajar con ellas.
Al llegar al Monasterio me sorprendió ver hermanas mayores, pero no pasó por mi mente que aquí iba a ser parte de mi trabajo. Entenderéis porque me es grata esta tarea de atender a las hermanas enfermas. Lo hago con emoción y gusto. Eso hace que me pregunte sobre el porqué de mi historia y veo que Dios sabe para que la prepara a una: para ser su sierva, en mi caso en este Monasterio, y que eso es en realidad como debo vivir el Evangelio. Se vive la caridad, la fraternidad. Aquí me enseñan a estar pendiente de la más necesitada, a olvidarme de mí misma, a dejar todo por la hermana. Sin embargo, he de añadir que eso me cuesta. Pero este don no es mío, sino que es una gracia de Dios.
Fuera del Monasterio, yo trabajaba por competencia y cuantos más pacientes tuviera, más ganaba. Aquí no es así, aquí cuando lo hago es porque es Cristo quien actúa en la persona. Oren por mi perseverancia. María Teresa.
HNA. ANATOLIA- comparte su “inculturación” a todos los niveles: Monástico,
lingüístico, culinario, etcétera-
Yo soy Anatholie, era del Camino Neocatecumenal, vengo de ‘Brickan’ Madagascar. Llevo un año y medio en este monasterio cisterciense de Santa María la Real, en Villamayor de los Montes (Burgos-España). Estoy en mi etapa de postulantado, y continúo experimentando la novedad que esta vida monástica contemplativa supone para mí.
Vivimos el Ora et Labora. Desde que llegué he tenido que ir aprendiendo el idioma. El primer año fue oscuro para mí. Oscuro porque ¡el español no existe en Madagascar! Allí hablamos en francés y malgache, y yo sé muy poco francés. Además, la vida es totalmente diferente: el idioma, la cultura, la comida y el clima. Lo peor es el idioma, me dije: « ¿Será posible que hable español?». Pero Dios nos ha dado una profesora de español muy buena, y a través de ella Dios me ilumina poco a poco, porque entenderlo no es tan fácil. ¡Cuánta paciencia tiene conmigo! Verdaderamente se cumple la palabra de Dios que dice: «Nada es imposible para Dios». Aunque aún no hablo muy bien, entiendo y puedo responder. Veo y siento que las cosas vienen del Señor y sin Él no puedo hacer nada. Estoy pidiendo que el Señor siga iluminándome cada vez más, para que tenga posibilidad de seguir la vida que estoy viviendo, hasta que Dios quiera. Orad por mí. Anatholie.
HNA. HILARIA- alternando su formación entre casa y el internoviciado-Hola la paz, primero doy gracias a Dios por tener otra vivencia que contar...Les comparto mi segunda experiencia en el inter-noviciado, que ha sido totalmente diferente, nueva, de la cual lo que me ha gustado es precisamente eso: vivirla como algo nuevo y también el acompañamiento de las Madres. Ciertamente para mí fue muy gustativo, positivo, el aprender en lo personal y espiritual. Me ha ayudado a conocer nuevas cosas, obtener más conocimientos de nuestra Orden, y el complementarlo con formación acerca de cómo tender hacia una comunicación asertiva ¡Uuuf! es mucha tela… lo que debo poner en práctica, Jajá. De acuerdo con adquirir conocimiento teórico, pero mucho más me falta sobre la puesta en práctica.
Pero, algo sí les digo: «Que cada cosa que he aprendido allí, es para mi bien y para el bien de mi comunidad, a pesar de que nos separemos físicamente, que después del “apretón” viene la alegría de los frutos...»
Mis saludos. Atentamente Hilaria. Unidos en común oración.
SOR ANTONIA- idas y venidas entre la atención a mayores y la relación con las jóvenes-
Hice mi Profesión Temporal el diecisiete de Enero del presente año, pero ahora no les voy a hablar de ello, sino más bien de mí día a día.
Estoy asignada hace dos meses, para anotar los hechos acontecidos en el Monasterio, es decir: la Crónica. Este servicio lo lleva la hermana Rosalía, pero lo asumo por estar ella ausente. Se me pidió el favor. Para mí ha sido una gran sorpresa, me gusta ayudarla en este servicio, y estar envuelta en esta novedad tan estupenda de estar pendiente de las entradas y salidas de las personas; tan agradables que yo me enriquezco con ellos y ellos conmigo, lo veo como establecer un vínculo más de cerca con los hermanos de fuera, en otras palabras la Fraternidad, que entra y sale del Monasterio.
Aparte de esto tengo el servicio de la atención de dos hermanas mayores, una de 95 años y otra de 78 años.
«Tuve hambre, me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era forastero y me acogisteis» (Mt 25, 35-40)
«Dichoso el que cuida del pobre y el desvalido» (de un salmo que ahora no ubico)
Con la de 95 años M. Soledad: La levanto a las 7:00 am, la aseo, la visto, le doy la medicina y el desayuno y la llevo al Coro. Esto es muy grato para mí. Me llena de Paz y de Gozo en el Señor, porque al salir de la ‘lectio’, me dirijo a su habitación, y le comparto lo que el Señor me ha comunicado por medio de la Escritura. Esto a ella le anima y se levanta y ella va comentando su vivencia de Dios. Me dice siempre: «Nos veremos en cielo». Para mí es bello escuchar y ver que una persona con tanta edad mantenga ese espíritu de gratitud hacia el Señor,… hay muchas anécdotas pero tengo que abreviar.A la hermana de 78 años M. Anunciación, le cambio el pañal preparándola para ir a la cama. Esto también me lleva a Dios que me llena de paciencia y fortaleza.
En el compartir con las hermanas jóvenes también me enriquezco, contagiándome con sus experiencias; alegrándome con ellas en sus triunfos que son también míos; unas salen a cuidar y alimentar los pollos y los corderos; otras a la huerta. Soy partícipe del cuidado de la Creación.
Estoy agradecida de Dios por tantas maravillas. ¿Qué otro nombre se le puede dar? Solamente FRATERNIDAD. Hasta la próxima. Sor Antonia
SOR M.ª BERNARDA DE LA CRUZ- comparte su primera experiencia del PREM. (Monasterio Las Huelgas)-
Agradecida con Dios, con mi comunidad de Villamayor y por cuantos llevan esta formación; por esta gran oportunidad que me han brindado para seguir con la formación monástica, y como ayuda en mi crecimiento espiritual...
Os cuento que estoy muy contenta de las experiencias vividas. Cómo no agradecer a las MM. de las Huelgas por su acogida cariñosa y fraterna, han sido como unas madres, pendientes de nuestras necesidades y cuidados. La Liturgia maravillosa, he disfrutado muchísimo, también de la casa con las hermanas y sus alrededores.
Las clases chévere, cada profesor ha dado lo que buenamente ha podido, pero, ¡claro! no he podido retenerlo todo; lo bueno es que la vida monástica es “de largo alcance”, lo que no se aprende hoy se aprende mañana…
Y no puedo olvidar el grupo de hermanos y hermanas del PREM: ¡Genial! ha sido una convivencia muy fraterna, me sentí muy acogida, eso es algo que ayuda y estimula mucho a seguir aprovechando y valorando lo que el Señor me ha regalado en esta primera experiencia. Tal como compartí con algunos hermanos, han superado mis expectativas.
Espero con el favor de Dios, que nos volvamos a ver en el próximo PREM. ¡Muy unidos en la oración! Mª Bernarda
Hasta aquí llegamos en nuestro compartir.
Seguimos muy unidas en el tiempo- aunque no en el espacio-, con aquello que nos toca ¡vivir! Fraternalmente, COMUNIDAD TODA DE VILLAMAYOR
Monasterio Cisterciense
Santa María la Real