Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-
Vida Cisterciense
Publicado el miércoles, 25 de junio de 2014
El día nueve de Junio fuimos a visitar a la comunidad de san Joaquín y santa Ana: Madre Ana- nuestra Abadesa-, hermana Marta, Fides, Rosalía y yo (Aurora).
La comunidad cuenta con nueve hermanas. Cuando llegamos a la portería, nos encontramos con la hermana Nieves. Ella nos acogió con mucha alegría. Después nos encontramos a Madre Ana María- antigua superiora de la comunidad-. También nos acogió con mucho amor y mucha alegría al vernos.
Las hermanas Fides, Rosalía y yo (Aurora) no somos de España, por ello tenemos mucha sed de conocer dónde y cómo viven las monjas Cistercienses de este país.
Fides y yo- Aurora- somos de Burundi (África), la hermana Rosalía es de Kenia (también africana). Para mí, ver a las monjas- solamente-, sin hablar con ellas, es una enseñanza. Cuando encuentro ocasión de escucharlas es maravilloso, para mi vida futura será de gran ayuda.
Después, Madre Ana nos llevó a visitar las habitaciones de la casa. Pero como la casa era muy grande y larga, no hemos llegado a visitar todos lugares. Para entonces se nos hizo la hora de sexta. Fuimos al coro a rezar con ellas. Como son mayores no pueden cantar todas. Nosotras tuvimos mucha alegría .Yo miré y contemplé cómo estaban. Por el hecho de venir a España a estudiar la vida Monástica cisterciense, tenemos que estudiar todo con mucha atención. Después de sexta fuimos a comer.
Lo que me ha gustado, es la unidad que tienen entre ellas. Había una mayor que se llama Carmen. Su vida es bailar sólo. Ese día no comió, por la alegría de estar con nosotras. Su comida quedó sobre la mesa.
Había otra que se llama Leonor. Ella también lo vivió con alegría. Las dos, donde está una está la otra -inseparables-. Es el testimonio vivo de vivir en la unidad.
Cuando terminamos de comer, como teníamos un tambor y cantos, empezamos a bailar un canto en Kirundi: Mukama turaje kugusenga. En español significa: Señor, vemos a adorarte. Bailamos con la mayorcita Carmen. Mientras bailábamos ella jugaba echando fruta en nuestras bocas. Luego, hemos cantado un canon en español: “A la orilla de agua”. Finalmente, antes de marchar a rezar nona, cantamos a dos voces un canto a la Virgen: “Mira la estrella invoca, a María”.
Toda la comunidad y nosotras estábamos muy contentas. Entre ellas hay una joven que se llama Teresa. Estaba también muy contenta, de vivir con sus hermanas mayores. A mí recodaba a Jesús, tal como vivió entre a los pobres, trabaja todo para ellas. Estas hermanas nuestras, nos dieron como regalos muñecas. A mí, me encantó ver una muñeca blanca como un bebe.
Estudié mucho:
1. El amor fraterno entre ellas.
2. Alegría que tienen entre ellas significa la alegría de pascua.
3 .Cómo nos acogieron con cariño.
4. Cómo viven en el silencio.
Ellas querían que nos quedásemos con ellas. Ellas me enseñaron cómo actuar cuando una persona va a visitar a su amigo querido. Todos quieren quedarse juntos .Me acordé de los discípulos cuando dijeron a Jesús: “Quédate con nosotros porque atardece”. Oí que la gente que va al monasterio, es como Jesús .La comunidad le acoge como al mismo Jesús. Sobre todo, veía que Jesús está vivo en el monasterio de Valladolid, como está vivo en toda la gente. Vivir eso es evangelizar. Evangelizar, no es leer el evangelio solamente. El principio es vivir en el amor. En el amor salen los frutos del Espíritu Santo. Es lo más grande en la vida de los cristianos.
Lo que me gusto y aprendí, en el monasterio de Valladolid, es esto. No es para meditarlo solamente, sino para intentar vivirlo; para evangelizar el reino de Dios en mí y en mi hermana con la que vivo, y con mis hermanas que vienen a visitarme. Muchas gracias a todas.
Vuestras hermanas: Fides, Rosalía, y yo (Aurora).
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