Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-

Cruz

CREACIÓN DE UN MONASTERIO DE ATENCIÓN A NUESTRAS HERMANAS MAYORES

Publicado el viernes, 13 de diciembre de 2013

Autor P. Isidoro, Abad coordinador de la comisión para el Monasterio Asistencial

FOTONUESTRAS MAYORES CON SU PADRE CAPELLÁN

NUESTRAS MAYORES CON SU PADRE CAPELLÁN

Durante el año 2013 se finalizaron las obras de construcción de un ala del monasterio de Monte Sión, casa hija del monasterio de Santa Mª de Huerta.

Y os preguntaréis qué tiene de relevante que aquí os lo notifiquemos:
Es la respuesta que se ha dado desde la Orden cisterciense de la región española, en unión con nuestra Congregación, a uno de los signos de los tiempos, más acuciantes, de la vida religiosa de nuestros días.

¿ Cómo responder a la necesidad de atención de un creciente número de hermanas mayores en nuestras comunidades, sin un equivalente relevo generacional, sin sufiencientes jóvenes vocaciones, que propicien el equilibrio propio de nuestra vida monástica?

  Han transcurrido varios años desde la puesta en marcha de este proyecto, y ya está listo el lugar que llamamos MONASTERIO ASISTENCIAL, destinado a la acogida de las hermanas de nuestras comunidades que lo deseen, ya sea por su edad avanzada o limitaciones de su propia comunidad para atenderlas. 

El P. Isidoro nos ha remitido una crónica de los primeros momentos vividos en el Monasterio Asistencial. Estamos muy contentas por el buen hacer de todos los monjes y las monjas que se han visto más directamente implicados, para que este proyecto llegara a ver la luz.

Y ya podemos saborear sus buenos frutos...

 

BREVE CRÓNICA DEL MONASTERIO ASISTENCIAL

FOTOVISTA PARCIAL DEL MONASTERIO DURANTE SU EJECUCIÓN

VISTA PARCIAL DEL MONASTERIO DURANTE SU EJECUCIÓN

Un abad me pidió que contara algo sobre el Monasterio Asistencial para hacerlo más cercano a su comunidad, y eso es lo que intentaré hacer. Justo hoy hace un mes que fue la primer inquilina y ya son cuatro las que se encuentran allí, además de M. Inmaculada como responsable y coordinadora, Marigel –laica muy cercana a nosotros a través de Huerta- que se encarga de la atención sanitaria directa de las hermanas, pues ella ha sido enfermera toda su vida, y el P. Vicente como capellán. Si a este grupo de siete personas añadimos la cocinera a media jornada y la limpiadora a otra medio jornada, ya tenemos nueve personas habitando el M.A., más la relación que tienen con los hermanos de Monte Sión y la ayuda de una laica voluntaria los fines de semana y otros voluntarios esporádicos.

         En agosto ya teníamos allí a M. Inmaculada. A comienzos de septiembre fue Marigel. El 18 de octubre llevaron a la primera monja, procedente de Santa Ana de Valladolid, la Hna. Rosa Mª. Al día siguiente llegó la Hna. Nieves de Salam.a1manca, como se puede ver en las fotos.

          M. Ana, abadesa de Villamayor, me escribió lo siguiente que os transcribo, pues ella fue testigo directo:

El viernes día 18 de octubre llegaba la primera hermana residente al Monasterio asistencial: Madre Maria Rosa Jimenez del monasterio de San Joquin y santa Ana de Valladolid, acompañada de su Superiora Madre Ana María Voces y de madre Ana maestre, con la chofer Sor Marta. La entrada al vestíbulo fue emocionante, el recibimiento que la hicieron está grabado en estas fotos de recuerdo…impresionante la oración que elevó Madre Rosa y el canto que interpretó el padre Vicente, Capellán .

Al día siguiente llegó Madre Nieves de Salamanca acompañada de Madre Myriam y un matrimonio m.a2amigo de la comunidad. También ingresó cantando coplas y entonó una poesía: “Mis cenizas en una bandeja de plata”. Estos ingresos se han caracterizado por la alegría y el cariño fraterno. Oremos por las hermanas pero también por el personal que las atiende.

          Unos días después llegaron las otras dos pioneras: Hna. Anunciación (“Asunta”) y Hna. Concepción, ambas del monasterio de Císter de Córdoba. Su recibimiento no fue menos acogedor ni entrañable, para lo que acompañó el buen tiempo.

         El pasado día 13 y 14 pude estar con las hermanas del M.A. y hablar con todas, animándolas y recibiendo una buena dosis de ilusión, pues claramente rebosan de ella.

          Os trascribo algunas de sus expresiones casi literales para que os podáis hacer una idea de lo que supone para ellas el M.A.:

“Estoy muy bien y muy agradecida por venir aquí y agradecida a Dios y a quienes nos ayudan. No puedo decir otra cosa, pues es la verdad”.
“Gracias a Dios y a todos los que han posibilitado conseguir que haya mejorado mi vida, con gran alegría en el servicio de Dios, cuando ya lo veía difícil. No podía salir de mi cuarto durante mucho tiempo, ni asistir al coro. Ahora sí lo puedo hacer con las hermanas de aquí, con la alegría de todas, a pesar de estar delicadas”.
“Toda mi vida ha sido de mucho sufrimiento. Aquí me encuentro maravillosamente y a gusto con las hermanas. También los hermanos de Monte Sión son muy cariñosos, y el capellán es muy delicado. También aquí estoy encontrando amistad con otras hermanas, aunque no las conocía”.
“Nunca pensé que iba a recibir todo lo que Dios me está dando en el Monasterio Asistencial. Después de sufrir tanto en mi vida, esto es el paraíso y me facilita mucho mi vida de oración y lectio, preparándome en esta última etapa de mi vida al encuentro del Señor”.

         Sin duda que sus comunidades han dado todo lo que han podido para atenderlas adecuadamente, pero la precariedad que nos está tocando vivir no siempre permite una dedicación tan intensa como requieren nuestras hermanas más mayores y enfermas.

Creo que esto es un motivo de alegría para todos por el esfuerzo común que hemos realizado, algo que sin el apoyo de todos hubiera sido imposible. Ahora toca seguir trabajando para que esta comunidad anciana pueda vivir los valores cistercienses adaptados a su realidad. Para ello también se pedirá el apoyo de todos, pues muchas pequeñas cosas se pueden ir preparando en los monasterios para facilitar la vida de las hermanas. Por su parte, ya celebran la liturgia con total regularidad y gozo. Hasta se atreven con el canto y he podido ver una cítara al fondo de la capilla.

 Uno de los próximos proyectos es cerrarles el claustro alto con cristal para que puedan estar en él sin pasar frío. La organización de un trabajo-ocupación también requerirá cierta dosis de imaginación y originalidad, como todo lo relacionado a una vida más saludable física y mentalmente.

Sigue habiendo reservada una zona para monjes, pero por ahora no ha habido demandas. El M.A. se irá ocupando con las solicitudes que vayan llegando y en el orden que vayan llegando, siempre que cumplan los requisitos establecidos. ¡Que el Señor nos conserve la salud!

 P. Isidoro, Abad de Huerta
Presidente de la Comisión para el Monasterio Asistencial

 

Adjuntamos un album de imágenes para que os hagáis una idea de cómo es el edificio, y cuál su contexto monástico. Está adosado al Monasterio de Monte sión, donde habita una pequeña comunidad de monjes cistercienses del monasterio de Santa María de Huerta (Soria)




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