Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-

Paisaje rural

VISITA NUESTRO CLAUSTRO E IGLESIA

Una hermana guía la visita
Fin de semana y festivos de 11:00h a 13:00h y de 16:15h a 17:45h

Entre semana acompañamos grupos

con cita previa llamando al 947189001



TESTIMONIO DE UNA HNA. EN NUESTRO VIVIR COTIDIANO.

PROCESO POSTOPERATORIO DE NUESTRA HNA. PRESENTACIÓN

FOTOSOMOS MUJERES CON LOS PIES EN EL SUELO Y EL CORAZÓN LLENO DE DESEOS DE DIOS

SOMOS MUJERES CON LOS PIES EN EL SUELO Y EL CORAZÓN LLENO DE DESEOS DE DIOS

Sor Presentación lleva un tiempo de baja- físicamente hablando-, pero ha tenido tiempo para vivir intensamente todas las cosas desde el espíritu. Así es como os comparte lo acaecido en estos últimos meses, tras sus intervenciones en los pies.

“AL QUE AMA, TODO LE SIRVE PARA EL BIEN”(Rm, 8. 28)

¡BENDITA COJERA QUE TANTOS BIENES ME APORTA!

Con motivo de la operación de juanetes, (muy positiva por cierto) aunque lenta y dolorosa en las 4 semanas del posoperatorio; todo esto ha supuesto para mi un reposo relativo. La pierna debía  permanecer la mayor parte del día en posición horizontal, andar poquito y despacio,-cojeando, claro. ¡”Gravedad monástica”! Las principales dependencias con las que alternaba eran: El coro-Oficio divino- la mejor medicina, para cualquier clase de “cojerassobretodo las psicológicas o espirituales que son las más peligrosas y que más abundan.

 Con la luz del E. Santo y el contacto asiduo con su Palabra sanadora, voy descubriendo unas cuantas “cojeras” en mi vida. Cuando una lo percibe y conoce las causas, lo primero es: dejarse curar, poner remedios, tomar la “medicina” aunque sea amarga. Alguna puede pensar: “Con lo reacia que tú eres a la medicina” “médico, cúrate a ti mismo”, es verdad, lo reconozco, pero Dios está siempre esperándonos con los brazos abiertos para acogernos en su corazón misericordioso. Otra aptitud positiva es no centrarse en una misma, dando vueltas y mas vueltas a la herida que solo hace empeorarla. Entonces no vemos nada, se produce un bloqueo  y el corazón se llena de amargura.
¿Quién no ha tenido en su vida alguna experiencia de cojera? Todos andamos cojos alguna vez,  y no solo de un pie, sino de varios porque todos somos débiles, necesitamos de ayuda. A nadie nos gusta andar cojeando, y cuanto más queremos disimularlo, peor lo ponemos. Otro paso importante es, dejarse ayudar, con humildad, con sencillez y agradecimiento El papel de la comunidad, de los hermanos/as que te acogen como eres, es un apoyo en las dificultades. Saber que hay alguien en comunión contigo, orando por ti, esperando a que todo pase, es un estímulo en el camino. Solo así nuestros monasterios pueden  llegar a ser escuelas de caridad fraterna.

  La segunda dependencia   donde he tenido que librar “mis batallas” contra el demonio meridiano durante este mes, ha sido  en  secretaría,  de 10 a 1, y de 4 a 6, todos los días entre libros de estudio,  documentos y papelotes… Después de varios meses con sobrecarga de actividad, y de no pocos contratiempos, dado mi temperamento inquieto,  este cambio me ha provocado una crisis pasajera.
Me identificaba con S. Teresa cuando sus hermanas de comunidad la metieron en el “calabozo”: (una celda del palomarcico, designada para las  “rebelde”, claro), No entendía nada, ni siquiera era capaz de centrarme en el estudio de la patrología cisterciense. Mientras mis hermanas están trabajando a tope en el obrador, yo aquí sola, batallando con “el mañicas”. Uno de esos días que estaba yo tan rebelde y desconcertada, el Señor  vino en mi auxilio con esta frase lapidaria del salmo 45: “¡CALLA  Y  CONTEMPLA!  Estate tranquila, y verás que yo soy Dios”.  Déjate hacer  para que las cosas transcurran y sigan su curso.
¡Que bien me vino este aviso, Señor! Aunque reconozco que es lo peor que sé hacer; pero al escucharlo de tus labios siento que todo mi avance espiritual, mi bienestar y mi felicidad depende de eso, de fiarme de Ti y de estar tranquila. Si, Señor, me rindo, aumenta mi fe para que solo Tu seas mi único Dios y Señor. Me pides que me siente y te mire.  Tu brazo extendido calmó las tormentas del mar embravecido,  extiéndelo ahora sobre mi corazón para que sea  todo para ti. Solo en  el silencio del corazón puedo escuchar tu voz, pero tengo tanto ruido a veces…
“Pasó una tarde, pasó una mañana…” y el Señor continuó su obra.  De repente, “mi castillo interior”, ¡Todo patas arriba! Casi protesto otra vez, pero al ver mi impotencia le dije: “Señor, no me hagas caso,  continúa tu obra en mi para que pueda contemplar tu rostro

Claro, comprendí que el Señor no podía tomar posesión en mi corazón,  sin antes hacer una buena limpieza, y me acordé de las palabras de S. Juan de la Cruz que había leído uno de estos días:” Para ir a donde no quieres, has de ir por donde no quieres. Para ir a donde no sabes, has de ir por donde no sabes”Ya he hecho las paces con Dios, con mis hermanas y con los libros. Ya no se me hacen largas las horas pasadas con mis amigos, los libros, sobre todo con La Sgda. Escritura los de patrología cisterciense, tan impregnados de   PALABRA DE DIOS.Así y todo, conociendo nuestras “cojeras” y contando con el apoyo de las hermanas, el único que sana es el Señor. Las heridas tenemos que verlas desde Jesús, desde su misterio de cruz y muerte, para llegar con El a la resurrección gloriosa.  No hay otro camino
El amor al prójimo se puede expresar de múltiples formas: Según comentario de nuestro querido padre Bernardo Olivera-anterior Abad General-en una conferencia dada en el capítulo General de la C.C. S.B. en Las Huelgas 1995, nos vamos a fijar e 5 puntos:
-“Servicio  al hermano/a en sus necesidades: ¿Necesitas una ayuda? Aquí estoy presente. Todavía no me ha llamado, pero si algo necesita, puede acudir a mí.
-Misericordia  ante las miserias del hermano/a. Un corazón tierno y comprensivo ante lo que no es tan atractivo en el hermano/a. Ante aquello que lo vemos primero en el prójimo y  nos cuesta tanto verlo  en nosotros mismos
-Gozo Gozarnos con las alegrías del prójimo.
   -Apoyo en las  pruebas y dificultades. Cuando la hermana está caída, ¿nos hacemos las encontradizas para tenderla una mano?.
-Orientar a los/ hermanos/as en sus despistes como expresión de amor. Si yo, dándome cuenta de que mi hermana corre un peligro, no la aviso, no puedo decir que amo a mi hermana
”  Hasta aquí nuestro” pequeño Bernardo”-como el se califica-.

 Ahora otra cita del gran San Bernardo, el doctor melifluo y cantor de María que va en  la misma línea, en relación con lo que vamos diciendo.

                                                  “El amor al prójimo lo podemos practicar también de tres maneras:

                                                 -Sembrando la caridad donde no existe                                                 -Estimulándola donde ya existe                                                  -Impidiendo que no muera, ni disminuya donde languidece.” El que practica este amor al prójimo con pureza de corazón, crecerá indudablemente en el Amor de Dios” (Bernardo, Div96).

Con esta experiencia y paso del Señor por mi vida, espero que en la segunda operación  me deje “sorprender” por El, como tantas veces nos recuerda nuestro Padre Capellán, Dm. Nèstor en sus sencillas y enjundiosas homilías diarias, que tanto bien nos hacen

Sin Ti, nada, Señor,  Pero con tu gracia, lo que quieras.  Precisamente, y solo cuando me siento débil  e impotente, … “Tú levantas del polvo al desvalido”

Con María y por María: FIAT,  FIAT

 En la fiesta de María Reina y Madre:     Sor presentación-Villamayor



POLIFONIA DEL MAGNIFICAT »

Monasterio Cisterciense
Santa María la Real


09339 Villamayor de los Montes
Burgos - España
Telf. 947 18 90 01
info@monasteriodevillamayor.com
Recibe nuestro newsletter