Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-
Vida Cisterciense
Una hermana guía la visita
Fin de semana y festivos de 11:00h a 13:00h y de 16:15h a 17:45hEntre semana acompañamos grupos
con cita previa llamando al 947189001
Anatholie, como sacristana, cuidó todos los detalles dela celebración.
La paz
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Con amor eterno te amé… (Jr. 30,1)
Hermanos y hermanas, con mucha alegría os comparto cómo fue mi vocación monástica y mi profesión temporal.
Soy Anatholie, vengo de Madagascar llevo cinco años y dos meses aquí en el Monasterio Cisterciense de Santa María la Real (Villamayor de los Montes-Burgos). Yo era del ‘Camino neocatecumenal’- ¡gracias a Dios!, porque a través de mis padres pudieron transmitirme la fe.
Cuando tenía seis años, una profesora del colegio me preguntó qué meta quería alcanzar cuando fuera mayor. Le contesté: «Ser monja». Pero yo nunca deseé ser monja. Seguí en el ‘Camino’ y en cierta ocasión fuimos a una convivencia. Al final de esa convivencia hicieron una ‘llamada vocacional’. Era el 12 de enero de 2006; me levanté por vez primera con unas cuantas compañeras de mi comunidad. Sin embargo yo no creía que la cosa fuera en serio. Así fue cada vez que me invitaron a una convivencia, siempre me levantaba tras hacer la ‘llamada’. Y siempre me decían lo mismo, que me esperara hasta que hiciera el paso de la “Iniciación de la oración” para que supiera qué es lo que hacen las monjas. Así que tuve que esperar ¡diez años! Sí que esperé, pero lo que no he entendido nunca es cómo me he decidido a entrar en el monasterio. Yo creo que el Señor me sacó a la fuerza aunque respetando mi libertad: un Misterio. Así fue como el Señor me llevó al Monasterio; a pesar de todo he visto las maravillas que ha hecho en mí el Señor…
En cuanto a la celebración de mi Profesión; fue integrada en la misa. De verdad que fue muy bonito. Mis padres no pudieron venir por la distancia, pero sé que me acompañaron mucho con la oración; mis catequistas actuales tampoco. Pero Dios me dio una gran sorpresa: mis antiguos catequistas, un matrimonio que actualmente vive en Madrid, pudieron venir a acompañarme. Es la gracia que me regaló el Señor. Ella me cantó por sorpresa “Ven del Líbano” en malgache, y el canto final “María pequeña María” en español. Durante el ofertorio Florette y yo acompañamos la presentación de ofrendas con un baile típico de nuestra cultura.
Para mí la Profesión monástica ha sido un «agradecimiento»; primeramente a Dios por su amor infinito. La verdad es que Él es quien se ha enamorado de mí primero, no he sido yo. Por eso yo elegí esta cita de la Palabra de Dios que dice «Con amor eterno te amé.» (Jr. 31,1) Di gracias también a mis padres, a los catequistas, a los sacerdotes, de manera especial a mi padre espiritual: Don Ángel, a nuestra superiora madre Carmen y finalmente mi maestra madre Rocío. No puedo callar las palabras de agradecimiento por todas las ayudas recibidas para mi crecimiento espiritual. Que Dios les conceda las gracias que más necesiten. Y que el Señor siga iluminándome para que yo esté siempre atenta a escuchar y seguir lo que Él quiera.
Les pido que recen por mí, yo lo hago por ustedes. Muchas gracias.
Anatholie
Monasterio Santa María la Real.
Villamayor de los Montes.
« Testimonio de Florette tras su profesión Mª Teresa nos dice algo de su Profesión »
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Santa María la Real