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Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-

sor Leticia, llegó con sor Esperanza desde Burundi

sor Leticia

Ofrecemos el testimonio de esta joven recién llegada a nuestro monasterio

Superando las distancias geográficas, idiomáticas, culturales y un largo etcétera,
se integran en nuestra comunidad dos nuevas monjas de Burundi,
hermanas de comunidad de Fides y Aurora,
que ya llevan tres años formándose entre nosotras.
Se trata de sor Leticia, que estará cuatro años en nuestro monasterio.
Os encomendamos nuestro deseo de ayudar
al florecimiento de la vida monástica en su país.

Sor María Leticia SESHAHU
Monasterio Santa María de Paz
Parroquia de Buhoro
Diócesis de Gitega (BURUNDI)
Yo, Sor Leticia,
nací en el país de Burundi el 4 de Septiembre del año 1988,
en la provincia de CANKUZO. Mis padres viven y éramos 8 hermanos.
El mayor es un varón casado y dos hermanas que le siguen también están casadas.
Dos murieron, y tengo otras dos hermanas que como yo son religiosas.
Soy la séptima de la familia. Entré en el Monasterio el 15 de Diciembre del año 2014.
Nuestro monasterio de Buhoro (BURUNDI) es un monasterio en fundación,
no tenemos formación en relación a la vida monástica.
Incluso en todo el país, no hay monjes(as),
no hay monasterios, sólo monjes Benedictinos
que están empezando al mismo tiempo que nosotras.
Por eso me enviaron a España para formarme.
Salí de Burundi el día 17 de Agosto el año 2016,
y llegué el día 18. Vine recibir formación,
sobre la vida monástica en el monasterio de Villamayor de los Montes.
Desde que estoy aquí, agradezco cómo las hermanas
se esfuerzan para que yo pueda aprender el español,
y dialogar con ellas. Con eso veo que quieren
que me sienta muy bien en la comunidad,
para poder seguir la formación Cisterciense.
Agradezco lo bien que nos recibieron.
Se preocupan de que tenga todo lo necesario,
y de que vaya acostumbrándome a este país,
para que pueda recibir la formación que ayudará mis hermanas en la fe,
las del monasterio de Buhoro (BURUNDI).
En esta semana que llevo aquí,
veo que el Monasterio Cisterciense me tiene mucho cariño,
sobre todo la Madre Abadesa y la Madre Maestra del Noviciado.
Eso es un signo de que querían que viniera yo.
Agradezco que me hayáis hecho la niña de la casa,
y que no me habéis dejado fuera.
Me gusta vuestra manera de rezar, alabando a Dios.
Todo es una enseñanza para mí,
de que estáis anunciando la Buena Nueva de Jesucristo,
ayudando a que el monasterio de Buhoro pueda crecer,
gracias a la formación en la vida monástica.
Estaré aquí durante 4 años, recibiendo la formación monástica,
que llevaré a Burundi para compartir y ayudar a mis hermanas.
Muchas gracias, Sor María Leticia

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