Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-
Vida Cisterciense
Una hermana guía la visita
Fin de semana y festivos de 11:00h a 13:00h y de 16:15h a 17:45hEntre semana acompañamos grupos
con cita previa llamando al 947189001
La Asunción de la Virgen María preside el abside de la Iglesia del Monasterio
Hemos podido ver las maravillas del Señor en una joven que llamó a nuestra puerta, buscando un lugar donde calmar la sed de Dios.
Ciertamente, te hemos visto llegar confusa y deseosa- hecha un puro nudo de nervios y confusión-. Y dócilmente acogerte a los medios tan pobres y sencillos que podemos ofrecer: como son nuestro ritmo de oración, estudio y trabajo manual. Con el transcurso de los días, saltaba a la vista tu rostro despejado de todos los nublados que le ensombrecían. Dios te devolvió la sonrisa, te regaló su Paz.
Volviste a tu casa, porque el que encuentra un tesoro, no se lo guarda para sí, ¡tiene que gritárselo a todos!.
Nos alegramos mucho contigo y por ti, e incluimos aquí las líneas que nos enviaste a la vuelta con tu familia.
Con nuestro cariño fraterno,
tu Comunidad cisterciense!!!!
TESTIMONIO
Conservo un recuerdo vívido de mi estancia en el Monasterio de Villamayor de los Montes, el recuerdo que sólo deja aquello que nos imprime una huella indeleble, más en el alma que en la memoria.Recuerdo el silencio de los campos, la paz del claustro, el recogimiento conmovedor de la Salve que se canta a la Virgen en Completas, a oscuras, tan sólo iluminada la Santísima.
La Divina Providencia sabía cuánto necesitaba ser acogida y apoyada en mi proceso, por eso me envió a Santa María la Real. Encontré consuelo espiritual y una comunidad generosa y hospitalaria que me colmó de atenciones. Mucho más de lo que hubiera podido esperar.
Allí los días se escaparon de mis manos como la arena se desliza en un reloj, al compás de la Liturgia de las Horas, que estructura el “ora et labora” diario de la vida monástica. Confieso no haber madrugado para asistir a Vigilias (5.30 a.m.), pero he disfrutado de Laudes a Completas con los salmos, cánticos y rezos de las Hermanas. Sin olvidar el gozo de la Eucaristía y las homilías del Padre Néstor.
Han pasado dos semanas como una exhalación, nutrida por el silencio, la quietud y la oración que tanto necesitaba.
Hubo también tiempo para compartir, porque tuve la suerte de coincidir con el Encuentro de Laicos Cistercienses y el privilegio de asistir a la Profesión temporal de la Hermana Elena.
Son muchas las razones que tengo para regresar y para invitar a cualquiera a visitar el Monasterio: hay motivos de Fe, de interés cultural, artístico y gastronómico. Pero yo me quedo fundamentalmente con los humanos: el carisma de la comunidad y la calidez con la que acogen a peregrinos y a buscadores como yo.Amb amor i agraïment, desde Barcelona.ANONIMO
Monasterio Cisterciense
Santa María la Real